Llegó el momento de las comparativas. Hamburguesas hay miles, cada una tiene su propio ADN que las vuelve singulares. Incluso aunque dos hamburguesas de distintos lugares tengan los mismos ingredientes, siempre hay algo que las vuelve diferentes e indistinguibles. Ya sea algo bueno o algo malo lo que destaque, nunca hay dos iguales.
Y eso nos regaló una idea, ¿por qué no las comparamos? Si al igual que cada uno de nosotros, todas tienen sus defectos y sus virtudes. Algunas destacan por tamaño y otras por calidad. Otras destacan por ofrecer cosas que no encontras en ningún otro lado, y algunas también por ofrecer a lo largo de los años un estándar de constancia muy difícil de igualar.
Hoy le tocó a dos hamburguesas que a simple vista no tienen nada que ver entre si: la Applewood Bacon de Dogg House y la Grand Tasty Turbo Bacon de McDonald’s. Veamos que sale de acá.
Pan, pan, pan
Arrancamos por la que probablemente sea la diferencia más grande. Es prácticamente imposible ganarle al pan de Dogg, aunque se le ponga todo el esfuerzo del mundo. ¿Por qué? Bueno, por varias razones. Dogg fue la primera en hacer un pan de papa en toda la Argentina, y no contamos la parte más importante aún: lo hornean en el mismo local todos los días. Más fresco imposible.
Por otro lado, McDonald’s al necesitar estandarización y tener el mismo gusto en todos los lugares donde abre su local, no puede darse el lujo de estar haciendo panes constantemente. En Argentina, la empresa Fargo es la encargada de hacer los panes de McDonald’s, y la verdad que cumplen bien su función.
La carne
Mientras que Dogg tiene un blend propio de medallones de carne cocinados a la parrilla, McDonald’s opta por los medallones congelados. En este caso, los de la fabrica de Pilar llamada ‘Campos del Tesoro’, recientemente adquirida por una empresa multinacional.
Comparar las carnes mano a mano puede ser una injusticia para la Grand Tasty Turbo. No hay que olvidarse que mientras Dogg se preocupa por ofrecerles a sus clientes productos de calidad premium, McDonald’s está más preocupado en la estandarización de su producto a nivel global.
Teniendo 173 restaurantes distribuidos a lo largo y a lo ancho del país, McDonald’s no puede darse el lujo de chequear en cada uno de ellos que el blend sea el mismo y por eso opta por la opción que te permite un resultado más parejo.
Los toppings
Acá hay casi un empate. Si, es cierto. La AppleWood Bacon de Dogg House tiene una panceta especial, hecha por ellos mismos y ahumada, específicamente con madera de manzano. ¿Pero saben una cosa? Me quedo con la grand Tasty, aunque la panceta de Dogg esté a años luz.
La mezcla de lechuga, tomate, cebolla cruda y panceta fue un antes y un después de mi paladar. Acostumbrado a la grasosidad de la carne, el queso y la panceta, esa ensalada bien configurada dentro de la Grand Tasty me abrió un nuevo mundo de combinaciones.
Ya no era una obligación sentirte pesado después de comer una hamburguesa, sino que las verduras frescas lograban un balance exquisito que me sirvió como inspiración para muchas cenas con amigos.
Encima, la salsa Tasty, uno de los secretos mejores guardados del Mc, sirven como un faro de cremosidad que termina de amalgamar todos los ingredientes en cada mordida.
Conclusión
Quiero creer que estamos viviendo un empate. A ver, seamos sinceros porque sino después las bardeadas me las como yo. Si lo que buscas es calidad, anda a Dogg. Si lo que buscas es un producto artesanal, con un pan de la hostia y una panceta difícil de encontrar en otro lado, anda a Dogg. Ni lo dudes. Anda yendo para Belgrano.
Pero si necesitas almorzar rápido, si no estas cerca de Dogg House o si simplemente tenes ganas de comer comida rápida, anda al Mac y pedite la Grand Tasty. De cabeza, que no te va a dejar a pata nunca.
