El Pan: 20/20
El pan es demencial. Está hecho por las manos del dueño Máximo Togni (al lado de Dogg está Togni’s, una pizzería del tipo americano única en la ciudad de Buenos Aires). La hamburguesa de Dogg tiene un pan único en sus características. En su página web anuncia que cada local de la hamburguesería tiene un panadero específico dedicado a la importante tarea de mantener la línea de producción en su mejor punto. Se trata de panes de fermentación en frío, lo que permite que la levadura tenga un proceso de desarrollo más prolongado, y esto a su vez permite que no termine de fermentar en el estómago. Dueño de una costra muy dorada, de un fuerte color marrón brilloso, presenta una comibilidad altísima. De miga chiclosa y contenedora, es un pan de papa destacado por ser el primero de la ciudad. El puntapié inicial de muchos otros que vinieron después. Un verdadero lujo.
Los Toppings: 9/10
La panceta de Dogg es espectacular. Como ya hemos dicho otras veces, es espectacular tener un chef a cargo del restaurante, más cuando se encuentra presente para evaluar y controlar los procesos que decantan en el producto. En el caso de Dogg, la panceta que acompaña a sus hamburguesas es casera. Lleva un proceso de curado de ocho días y está ahumada con maderas naturales de espinillo y manzano. En boca cuesta identificar con qué madera se ahumó, pero se siente el fuerte gusto ahumado que sobresale en las fetas crocantes que varían en diferentes tonalidades de rojo. No muy grasosa (por suerte), es un excelente acompañante.
A su vez, la cebolla crispy aporta otro extra de crujiente. Si bien no se destaca en demasía en cuanto a gusto, se siente el sabor a cebolla suavizada por la cocción. Su principal trabajo es aportar cierta crocancia a la hamburguesa y lo logra en gran medida. Qué decirles, a mí me encanta la cebolla crispy.
Salsas y Aderezos (Condimentos): 9/10
La mayonesa Dogg presente en el sándwich no es una simple mayonesa. Sus características especiadas aportan cierto grado de complejidad en un mundo de sabores conocidos. Además, servía como lubricante a la montaña de ingredientes.
Además, hay que destacar la total oferta de salsas picantes de todos los tipos, colores y niveles. A disposición de los comensales para que las agarren y lleven a sus mesas. Los amantes del picante lo agradecemos.
El Queso: 18/20
Tengo serias dudas de si el cheddar que usan es, al igual que en la mayoría de las hamburgueserías, un cheddar Milkaut. De lo que no tengo dudas es sobre la calidad del mismo. Doble ración por cada medallón de carne, de un color amarillo potente y bien fundido. Aportaba una cremosidad absoluta que hacía que la panceta y la carne se unieran con la capa mantecosa del queso como amalgamante.
La Carne: 19/20
Dogg se antepuso a sus competidoras allá en el 2013 por tener una particularidad absoluta que las hacía destacar en ese momento por encima de sus pares: eran las únicas hamburguesas cocinadas a la parrilla. Si bien después hamburgueserías como Burgertify se subieron al barquito de la parrilla, Dogg fue la primera y la única hasta el momento que ha sabido generar un gusto característico a sus patys, lo que no se ha repetido en ningún otra hamburguesería hasta la fecha. Me encanta, fui mil veces y planeo ir mil veces más.
El Sabor: 19/20
La hamburguesa en su conjunto tiene una característica primordial: tiene gusto a hamburguesa de Dogg. Si bien otras hamburgueserías como Carlo’s o KB Fast Good tienen la misma virtud, Dogg destaca por sobre las demás por hacerse cargo de todo el proceso productivo de los ingredientes, lo que le da una inmensa cantidad de valor agregado. El sabor de Dogg es característico, su pan tiene gusto a pan de Dogg, su carne tiene gusto a Dogg y su panceta también. Cuando se logra un producto de este nivel solo se puede decir que has alcanzado el éxito en el rubro.