El Pan: 19/20
El pan es un gran acierto de Carlo’s Burger. Argentina (principalmente la ciudad de Buenos Aires) tiene grandes proveedores de panificados especializados en la cultura hamburguesera. Carlo’s Burger no le escapa a esa tendencia y utiliza un pan de estilo brioche hecho por The Burger Pan.
El pan es sencillo, sin semillas y bastante amarillento. La primera impresión es que es particularmente suave y liviano. Es uno de esos “panes que no vuelven” cuando se aplastan. Por otro lado, contiene muy bien un interior repleto de ingredientes.
A pesar de no tener un perfil de sabor muy definido, se agradece ya que el objetivo del pan es aportar contención de manera liviana y fácil de digerir, ya que la hamburguesa tiene dos medallones y varios toppings.
Los Toppings: 9/10
La estrella de los toppings, tal y como lo dice el nombre de esta hamburguesa, son las fetas gruesas de panceta ahumada.
A pesar de no estar cocinada al horno (lo que la vuelve mucho más crujiente), la gruesa feta estaba crocante en su costra y el interior carnoso tenía un notorio gusto ahumado que resaltaba de gran manera.
La cebolla es, para muchos, el mejor acompañamiento para una hamburguesa. En este caso era cebolla crispy, lo cual resulta un gran complemento para las hamburguesas del estilo americano, aportándole ese crujiente extra que le faltaba a la panceta por el grosor de sus fetas. Además, la hamburguesa trae un opcional de huevo, que optamos por rechazar ya que se hubiera vuelto imposible de comer.
Salsas y Aderezos (Condimentos): 4/10
En nuestra opinión, el principal problema de la hamburguesa de Carlo’s. La hamburguesa estaba condimentada solo con una salsa barbacoa. En Argentina, las salsas barbacoa son de un perfil marcadamente dulce, incluso más que el kétchup. La intención de la barbacoa en esta hamburguesa es, en teoría, acompañar a los toppings para intentar alcanzar un balance entre lo salado de la carne y la panceta y lo dulce de la salsa. Tal vez en la medida justa cumpla su función, pero no fue nuestro caso. La hamburguesa vino sobrecargada de salsa barbacoa, lo que terminó desbalanceando el sabor, volviéndola demasiado dulce.
El Queso: 18/20
Para ser sinceros, fue una grata sorpresa encontrar una hamburguesa con un queso que no sea cheddar. El queso emmental era de buena calidad, de un color blanco que fundió excelentemente en la hamburguesa. Por suerte, la hamburguesa vino con una cantidad más que aceptable de queso, lo que la hizo destacarse aún más. Si bien el sabor no era particularmente fuerte, estaba presente acompañando la panceta. Su textura ‘mantecosa’ y unas pequeñas notas a nuez maridaban bien en la complejidad de sabores.
La Carne: 19/20
Sin dudas la gran estrella de la hamburguesa. Los paty eran del estilo smash.
La gran ventaja de cocinar los medallones al estilo smash es que, cuando aplastas la bola de carne contra el hierro caliente, la grasa del patty solo puede ir hacia arriba y no escaparse por los costados del medallón. Esto permite que penetre la grasa volviendo al paty mucho más jugoso y permitiendo que se forme una generosa costra que aportó un excelente sabor a la hamburguesa.
El blend de carne tenía un porcentaje de grasa ideal. La hamburguesa no era ni seca ni demasiado grasosa y estaba condimentada con la medida justa de sal y pimienta.
Sin lugar a dudas, el punto más fuerte de las hamburguesas de Carlo’s. Se agradece.
El Gusto: 17/20
La mezcla de ingredientes utilizados, el blend de carne y los toppings dan como resultado una hamburguesa estilo americana de gran calidad. El queso emmental es un excelente remplazante del cheddar y colabora con la búsqueda de otros sabores. El único punto débil de la Thick Bacon de Carlo’s fue el exceso de salsa barbacoa. Sin duda alguna, es una hamburguesa que volveríamos a pedir, aunque nos tomaríamos el trabajo de aclarar en la orden que la queremos casi sin salsa.