La Hamburguesa del Club del Asado

Puntuación:

39

/100

$$$

Pan

Toppings

Condimentos

4

2

5

Queso

Carne

Sabor

13

6

8

La Hamburguesa del Club del Asado

Nuestra Opinión

Los amigos del Club del Asado compartieron su receta insignia de hamburguesas, como ya te contamos en este otro artículo. Producto de una curiosidad abrumadora, que ciertas cuestiones que aplicaban en su receta nos causaba, nos tomamos el trabajo de replicarla en nuestra casa, donde se cocinan la mayoría de las cuestiones relacionadas con Argentina Burger. Sumate a esta reseña un poco distinta a las demás, donde nos tomamos el trabajo de copiar de manera fehaciente cada uno de los pasos que hicieron los amigos del Club del Asado.

El Pan: 4/20

Bimbo artesano. Un pan industrial que no es malo, pero poco puede competir con los típicos panes de hamburguesas a los que nos tienen acostumbrados las hamburgueserías que visitamos. El pan Bimbo es un pan hecho en una gran línea de ensamblaje panificadora y carece de todo tipo de amor, que aunque suene cliché es un ingrediente más para cuando te dedicas a hacer hamburguesas. Es una buena opción cuando vas al súper y lo elegís para acompañar unas patys congeladas, pero que para comer afuera o incluso para cuando te esmeras un poquito más como hicimos esta vez es un rotundo NO.

Los Toppings: 6/10

Los ingredientes son nobles: cebolla y panceta salteadas en una plancha enmantecada. La combinación es buena, aunque desentona un poco la rodaja de tomate, que tuvimos que cortar mucho más fina que en la receta original, ya que si bien le da frescor, si la rodaja es muy grande se vuelve muy difícil de comer. Preferimos sin dudas la panceta en lonjas finas cocinadas al horno, porque con esta receta del Club del Asado no se logra crocancia y terminamos teniendo una panceta tibia y gomosa.

Salsas y Aderezos: 5/10

En la base del pan la mayonesa está bien, y el chimichurri es la salsa típica del asado argentino. En boca la mayonesa no se siente, y el chimichurri, si bien sí es notorio, no destaca en demasía. Tal vez incluso resta, ya que el chimichurri termina desentonando al no formar parte de los sabores tradicionales de la gastronomía hamburguesera. Ponele unas cucharadas al vacío que tenés en la parrilla, pero ¿a la hamburguesa con panceta? Hmmmmm.

El Queso: 14/20

Una provoleta completa entre medio de los medallones de carne. Sin dudas, la parte más jugada de la hamburguesa. Personalmente, la provoleta me gusta mucho, pero tiene un punto en contra: es particularmente salada. Al incorporarla al sándwich preparándola de la misma manera que en la receta original, podemos notar cómo la costra que se forma en la provoleta ayuda en cuanto a las texturas porque aporta una crocancia destacable. En cuanto al queso en general, recomendamos comer la hamburguesa con una gran botella de agua al lado.

La Carne: 2/20

La carne. Un chorizo mezclado con roastbeef amasado. Esto es sencillamente aterrador. Por algo el chorizo es una cosa y la hamburguesa es otra cosa. Sin dudas, el que inventó mezclarle el chorizo a la carne de la hamburguesa debería estar ardiendo en el séptimo infierno de Dante. Ya que no solo es una abominación gastronómica a nivel general, sino que también es una mala publicidad para el mundo exterior. No solo eso, sino que también en la receta pudimos ver cómo esa carne se amasaba y se amasaba. Eso es otro rotundo NO. ¿Por qué? Porque al amasar la carne, lo único que estamos haciendo es desarrollar la red de colágeno que tiene. Al desarrollarse la red, el medallón de carne termina siendo una cosa empastada y chiclosa, y de hecho podés ver que en los tirones tiene una tendencia a volver a su estado original. Eso no se hace, JAMÁS.

El Sabor: 8/20

Es difícil transmitir el sabor que se logró en esta hamburguesa. El queso está demasiado presente y, por otro lado, el sabor de los condimentos del chorizo con el chimichurri y los dados de panceta gomosos hacen de comerla una verdadera complicación.

Nuestro Veredicto: 39/100

No. Un rotundo no. Esta hamburguesa albóndiga es todo lo que queremos desterrar de las cocinas argentinas. Pesada e intensa, y no en el buen sentido. La utilización de buenos ingredientes de la peor manera, una y otra vez, logran un producto grotesco. Con sabores inentendibles. Un insulto para un buen choripán y para una buena hamburguesa.